miércoles, 1 de marzo de 2017

Bufo spinosus Daudin, 1803




Es una especie polimórfica que presenta variación en cuanto a tamaño corporal, tamaño de glándulas parótidas y verrugosidad a lo largo de su distribución geográfica (Ortiz-Santaliestra, 2014). Determinados caracteres morfológicos, como tamaño y verrugosidad, han evolucionado de manera independiente en varios linajes del complejo de especies de Bufo bufo, posiblemente como adaptaciones ecológicas (Luscher et al., 2001; Garcia-Porta et al., 2012). Así, el morfotipo “spinosus” en base al cual se catalogaban tradicionalmente las poblaciones mediterráneas de gran tamaño y elevada verrugosidad como Bufo bufo spinosus, carece de validez taxonómica.


Sapo grande y robusto, llegan a alcanzar una longitud hocico-cloaca de 110 mm en machos y 150 mm en hembras (Salvador, 1996). Uno de los mayores tamaños está documentado por Gonzalez de la Vega, 1988, encontrando una hembra de 180 mm en Huelva.


Cabeza relativamente ancha, con el espacio interorbital plano o ligeramente cóncavo y con hocico corto y romo. Tímpano sutilmente visible, redondeado, cuyo diámetro no supera la mitad del diámetro del ojo. Glándulas parótidas grandes y alargadas, divergentes en su extremo posterior. Generalmente la mitad inferior de la parótida es de tonos más oscuros o negra. Ojos prominentes con pupila horizontal ovalada y un llamativo color de iris rojo.



Dedos de la mano cortos, de los cuales el 3º es el más largo. Mano con dos tubérculos palmares. Los miembros posteriores presentan palmeaduras interdigitales, y un par de tubérculos metatarsianos, uno externo y otro interno, este último de mayor tamaño. Aparecen tubérculos subarticulares dobles en manos y pies (en el pie se encuentra especialmente en el 4º dedo), aunque en individuos viejos pueden estar fusionados (Salvador, 1988).


Piel verrugosa en la región dorsal y granular en la región ventral. Las verrugas normalmente terminan en una punta queratinizada, resultando en un aspecto espinoso. Estas verrugas son especialmente prominentes entre la comisura labial y la parótida. No obstante, existen individuos que apenas expresan el aspecto espinoso de las glándulas.


Coloración normalmente uniforme de tonos pardos, aunque puede variar a amarillento, rojizo, verdoso, grisáceo, o muy oscuro, casi negro. Puede presentar o no diseño a modo de jaspeado oscuro o claro en el dorso. Vientre amarillento o marrón pálido, si bien puede diferir en juveniles (Beukema et al., 2013); véase la imagen que muestra el aspecto ventral de un juvenil encontrado en el Rif con tonos rojos, negros y blanquecinos (obs.pers).

El dimorfismo sexual es acusado en época reproductora. Los machos son de menor tamaño que las hembras y presentan los brazos relativamente más robustos que éstas, además desarrollan callosidades nupciales en los tres primeros dedos de las manos.

Su dieta se compone de insectos como ortópteros (Salvador, 1996); en el Atlas Medio se reportan Coleópteros, Formícidos y Dermápteros como componentes principales de su dieta (Chillasse et al., 2002). La diversidad de la dieta incrementa cuando la disponibilidad de presas es baja (Beukema et al., 2013). En cautividad se ha reportado consumo de pequeñas Natrix natrix y de ratones jóvenes (Schleich, 1996).









En: moroccoherps.com

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